La soledad es buena, no tienes responsabilidad y te hace sentir libre, solo eres tú; ciertamente buena lo es, eso creo o creía, pero… tener a alguien por quien preocuparse, a quien querer y ver por esa persona, una luz en medio de la inmensa neblina negra de la soledad,… a que es mucho mejor… ¿Verdad?. Y no sería grandioso que esta persona, sintiera lo mismo? Una mitad de un todo, las alas de tu alma, la cual hasta entonces se encontraba deambulando en esta tierra, y sin embargo ahora puede volar al cielo, en una especie de paraíso donde el tiempo no existe y solo importa volar y amar a tus alas encontradas, agradecer a esa existencia divina que te hizo hallar los que te faltaba, la fuerza que te animará cuando estés cansado, te levantara cuando caigas, te cuidara cuando enfermes, te escuchara cuando nadie más lo haga, te hará ver tus errores y te ayudara a sobresalir de ellos, sin reproches, sin dudas, esas alas que te hará descubrir la maravillosa persona que se esconde en tu interior y que por causa de esa neblina oscura no pudiste ver y sobre todo te hará sentir que puedes amar y ser amado sin condiciones.
Autor: J.Alexander Reyes V.